sábado, 3 de noviembre de 2007

No quiero

No lo puedo creer. Y 15 años más tarde todo sigue siendo una mierda, dijo. Sigo escuchando las mismas voces y teniendo que soportar su mandíbula haciendo crak al comer. Juré cuando era niña que iba a hacer con mi vida lo que me diera la gana y al final, sigo aquí mirando su arruga y su ojo oscuro malo, malo, malo. Cuántas veces he pensado en matarme para que los demás se sientan culpables y mueran así. Así como me siento yo. Culpable por mierdas que jamás hice, que no pude evitar... Era tan pequeñita. Y lloro porque me doy pena. No puedo salir de esto que me está volviendo loca. Mis ojos se llenan de arrugas y yo aun ahí, enquistada en la pena, en la rabia, con el estómago quemando. Inestable. Sin poder amar. Como si fuera tan fácil. Y veo a esas niñas tan pulcras de alma, de penas y rabias, tan llenas de equilibrio...Las veo mirar a sus parejas con amor y ellos a ellas con amor y digo claro, yo también las miraría con amor. Me perdería en esa mirada de equilibrio, en ese remansito bonito. En cambio, mis ojos saltarines, maldito interior loco. No puedo poner buena cara, no puedo mentir. No puedo dejar de engullir la comida para no mirarte y detesto el sonido que haces. No se sanar... No se sanar... Y ya nadie me entiende y dicen que ya estoy vieja para sentir lo que siento y que ya todo debe pasar, que es fácil, pero no es fácil para mí, soy una niña enquistada en mis dolores, en los horrores de lo que vio y que no puede dejar de recordar, porque no quiere olvidar, porque los horrores no se merecen el olvido y al final se me quedan en la puerta de los ojos y me muero de miedo en las noches. Pero ya no los cuento. No se si es un avance. Ahora se quedaron encerrados en mi frente. Ya no los cuento. A nadie le interesan y no me interesa que nadie sepa. Tal vez alguien que me entienda mucho... Alguien que me quiera mucho... Pero se van antes de empezar a entenderme. No se dejan entenderme. Y yo, los expulso cuando me doy cuenta de su poca capacidad para entenderme. Y tú... Y yo... ¿Cuánto tiempo más así? ¿Cuánto tiempo más llorando por el alma de otra persona? ¿Cuánto más sin permitirme el amor propio? Me parece horrible quererse. Jamás entendí ese concepto. Me gustaría conocer a Jesús y que me sanara sólo con una mano. Así lo seguiría y ya no tendría que preocuparme por mí, ni por comer, ni por poner bonita cara a los clientes. Simplemente comería pan multiplicado y vino tinto. Ya está. No lloraría más que de felicidad. No tendría más despertares así... Inmundos. No decendería a los infiernos a las 7 de la mañana. No pensaría en cortarme las venas a las 7.30. No me maltrataría por lo imbécil del pensamiento y por saber que jamás me atrevería. Jamás. Mejor que lo hagan otros por mí. Que me maten. Me atropellen, me duelan. Yo no. Como siempre. Que me hagan y me destruyan. Como siempre. Yo no. Yo no hago nada. Yo no.
Así sentenció Estefanía.

5 comentarios:

César De María dijo...

"cuando era pibe
tuve un jardín
pero me escapé hacia otra ciudad
y no sirvió de nada
pues todo el tiempo estaba
en un mismo lugar, bajo una misma piel
y en la misma ceremonia..."

Eso fue Fito Páez.
Otro, Jodorowsky, dice que "si el mundo no es como quieres que sea tal vez sea porque tú no quieres que el mundo sea como quieres que sea". Más palabras para tu hoguera escrita.

sushi punk dijo...

EPIFANÍA

Unknown dijo...

Valiente Clarice, los corderos van a dejar de gritar un dia!

Uno siempre sabe lo q NO quiere, lo dificil es saber lo uno quiere realmente.

Buenas noches....sleep tight tonight!

MUA - Jime Lindi dijo...

Si... paciencia...Todo decanta, como diría una amiga... Todo decanta...El esfuerzo siempre termina valiendo la pena.

Unknown dijo...

o tal vez la alegria?