viernes, 14 de diciembre de 2007
La llegada de la mujer vampiro
Te apartas de la senda suavemente. Un vodka por aquí, una cervecita por allá, una copita de vino blanco y de pronto ya estás hablándole burradas a un infante. De pronto vuelves a convertirte en la mujer vampiro, en la condesa Bathory, en la dama de la noche a quien nadie toca. Por debajo, tú, intentando sonreír. Mirando de frente y rectificando las burradas de la vampiresa, poniendo el ojo chinito, la sonrisita de medio lado. Tu pecho está alterado y lo sabes. Lo sientes. Ya lo tenías más o menos controlado, pero la noche... La noche te gusta, te jala, te arrastra y de pronto, después de meses de no encontrarle sentido a las borracheras nocturnas, decides que salir y emborracharte es la mejor opción en este momento. Llevas unas cuantas y tu cuerpo está triste. Tu pecho está alterado. Ya no te escuchas. Vuelves a preguntarte como cuando tenías 20: "¿Cómo hace la gente para escucharSE?" Te has alejado y sientes un tufillo de culpa que empieza a subirte por los huesitos del pie, desde el centro de la tierra. Igual te despiertas temprano, haces yoga, respiras, comes sano, pero sabes que estás oscura. Tienes un castillo dentro lleno de callejones sin salida. Sabes también cual es el camino de vuelta, pero vuelves a sentirte como antes. No puedes decir que no. Nuevamente no puedes negarte y te entregas. A la noche, al adormecimiento, a la risa histérica. Habías aprendido a decir que no y te sentías muy orgullosa por eso. Ahora afirmas, afirmas, afirmas. Dices sí a manos extrañas, a vasos llenos, a bromas infames, miras mal, hablas mal. Estás oscura y lo sabes. Lo sientes. Intentas respirar y sigues trayendo flores a tu habitación. Pero el ruido sigue ahí. Es ruido, son voces, es distorsión que antes no sentías. Es tu pecho lleno de caos. No puedes encontrar respuestas porque sólo tienes bulla. El ruido evita que escuches tus latidos, tu pulso de cuerda de violín, tu hígado trabajador. Este Viernes por la noche has decidido quedarte en casa e iniciar el camino de vuelta. Nuevamente. No has caminado tanto hacia el otro lado (aun). La condesa Bathory aun no te ha dejado sin sangre. Aun está esa nena de ojo chino defendiéndose. La dulce nena cercana a sí misma. Piensas que tienes tiempo aun. Antes de que aparezca Ulises, antes de que llegue el año nuevo, antes de que tú misma empieces nuevamente a odiarte. Piensas que tienes tiempo. Y lo tienes.
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16 comentarios:
hací es mi keridícima banpireza del horiente, como dise en ece nuebo linc qe a colocado husté, huno es lo qe hescrive i tanvien huno es dueño de lo qe caya i hesclabo de lo qe dise, no?. hun veso veyícima donseya de la noche hinfinita.
Me gustó este texto: íntimo, catártico, irónico. Me encantó tu capacidad de desdoblamiento, de enajenación. Que rica evolución la tuya! respirando hondo, tomándote el pulso, observándote y anotando... en convalescencia. A propósito, por qué sigues en cuidados intensivos? Es tan rico ser abrazado y recibir besitos! No te desanimes, Ulises va a aparecer...
"-¡Un dia vi ponerse el sol cuarenta y tres veces!
Y un poco más tarde añadiste:
-¿Sabes?... Cuando uno esta verdaderamente triste son agradables las puestas de sol.
-¿Estabas, pues, verdaderamente triste el dia de las cuarenta y tres veces?
El principito no respondio."
Duerme rico!!
Mi querido pulgadeacero, sobre todo "esclavo de lo que dice". A veces, las palabras dichas, las preguntas hechas, las respuestas dadas, nos persiguen como fantasmas de un pac man personal. Sobre todo cuando el que ha dicho, preguntado o respondido, no ha sido uno sino su ego, su condesa, su vampiresa. mmmmmm...
Gracias Angelito. Lo gracioso es que salgo y vuelvo a cuidados intensivos solita. (por cierto, me encanta el término). Es como si me empezara a sentir bien, abriera la cortina de la habitación de hospital, sacara un poco la cara por la ventana, respirara el aire y dijera, todo está bien. qué rico. Me pongo mi pantalón, mis zapatillas, me hago una cola y salgo pa allá. Al sol. Estoy un tiempo y empiezo a recuperar hábitos perdidos, perdidos apropósito, hábitos que me hacen sentir más "parte de", más "cómoda" entre mi gente, y eso, luego, hace que solita, cabizbaja, vuelva a tocar la puerta del hospital a ver si aun me quieren recibir. Bueno, no se. Me gustó la analogía. Un beso! Mua!
Por cierto, me preocupa que un día el hospital me diga: "No admmitance"
Lo que me pregunto realmente es por qué crees que necesitas estar en el hospital. En estos casos, automedicarse no parece una buena idea. Ahora eres luz, eres paz, estás aprendiendo de tu soledad. Es más probable que "tu gente" ya no sea tu gente, que esos hábitos de acomodo ya no sirvan para nada porque, si bien logran que "los otros" se sientan cómodos contigo, a ti te mandan derechito a la sala de emergencias de puro remordimiento. Que se jodan ellos! Tu has evolucionado, has crecido. Ese vestido viejo ya no te queda. En serio no te preocupes, todo va a estar de la puta madre...
es cierto, siempre tienes (si quiera) un poquito más de tiempo...
El dia que aparezca el letrero de "No Admittance" sera porque tu lo pegaste ahi. Si paras regesando, es porque tienes una razon para hacerlo; o una razon para no quedarte afuera (¿Que placer tan grande encuentras en ese hospital, que no exista afuera?... ¿Que cosa tan horrible hay afuera que no quieras salir por mucho tiempo a estar con ella?)
Lo bonito de estar al centro, es que puedes caminar en cualquier direccion. Si estas en los extremos, llega un punto en que ya no puedes avanzar mas.
Esta bien decir "ME quiero"... y eso no necesariamente implica yoga y semillas de girasol licuadas con pasto y hummus. Implica solamente eso: quererte.
Ese dia llegara. Yo te regalo el letrero.
Un beso. Lleva curitas a clase mañana.
A mi me parece fantástico cuidar el "pastito interior" antes de aventurarse al mundo. Es un lujo. Creo que eres MUY valiente al compartir tus demonios y permitir opiniones de extraños... eso dice mucho de tu generosidad, de tu dulzura. Aun sin conocerte te intuyo, Jimenita linda. Hay muchos como nosotros, expatriados en nuestra propia casa. Te acompaño en esta soledad y en el renacimiento que vendrá... renacerás, lo sé.
si vuelves es porque lo necesitas. tenías la necesidad de volver. ahora ya sabes cómo continúa la historia. resiste. como dicen arriba, el cartel lo vas a poner tú solita, pero no porque otro (s) no admitan, sino porque ya no te hará falta. ya aprendiste, ya creciste. te sirvió. ya sabes de qué color es la sangre.
te quiero.
mi querido yo, si sigues resondrándome no te invito bolitas de kiwicha en el taller. Ja!
te kiero amigo. Mucho mucho. Si, entiendo lo del centro. Lo que sucede, es que nunca he vivido el equilibrio. Tampoco había vivido del extremo que busco ahora. Sólo había sido del extremo llamemosle "transilvania". (Tampoco taaan extremo, nunca he sido una chupasangre). Pero ahora que he conocido el "otro lado" o que lo estoy conociendo, supongo que en un momento dado, se me hará más fácil ir "al centro". Es que te juro, no tenía idea de que existía. Ufff y lo de decir "me quiero" no es tarea fácil. Si fuera así... seríamos todos tan felices. Pero en esas ando, con mi semilla de girasol, mi hummus y mi harina de coca. Qué importan mis medios si al final busco lo mismo que todos? Llévame barritas energéticas mañana. Si no, no te hablo. Muacs muacs muacs!!!! Dulcísimo amigo.
Estimada Mina:
A veces hay q pasar los limites para saber hasta donde uno puede llegar y asi emprender el viaje de retorno a casa...llegar al fondo para empezar a salir del abismo, conocer la oscuridad para saber cuan gris uno quiere ser.
Entender nuestra naturaleza,tolerar nuestra dualidad...
Y como le dijo su profe a Holden: "Hay q conocer el tamano de tu mente".
Habra noche sin suenos,amaneceres vacios,ruidos sin armonia pero cuando encuentres el sonido sabras q es el q late por ti y el q sangra x ti,y el q liberara tu alma.
I Know We can love again
Your friend
D.
Gracias nuevamente por tus palabras angelito. Yo también se del renacimiento. Lo he sentido así que se que está ahí. Latente. Millones de gracias.
Conocer la oscuridad para saber cuan gris uno quiere ser... Me gusta. Bienvenido nuevamente Allan, por aquí se extrañaban tus comentarios. Un abrazo.
Vielen Dank,Jimena.
Yo siempre te leo.
A.
Gracias a ti, Jimena. Buena suerte.
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