Alguna vez... En esos ratos de ocio destructivo... No se han encontrado a ustedes mismos pensando... Imaginando... ¿Cómo sería mi funeral? Si yo me muriera ahora, joven y "prometedor"...¿Cómo sería? ¿Quiénes irían? ¿Quién me vestiría? ¿Que ropa me pondrían? ¿Quien lloraría más? ¿Quien miraría el ataúd abierto? ¿Como reaccionarían antiguos amores? ¿Qué sentirían?Bueno, todas esas cosas eran parte de mi ocio destructivo cuando yo contaba entre 20 y 30 años. Así me pasaba intensos minutos pensando en que me iba a morir, pensaba también en que el amor de mi vida iba a dejarme esa misma tarde sin razón alguna y también en que nunca iba a lograr lo que quería lograr. Lo curioso del asunto, es que esos pensamientos no me "atacaban", sino que yo me los provocaba. Hay veces que a uno le vienen pensamientos negativos y no los puede controlar, todos sabemos de eso, pero hay otras en las que decidimos concientemente pensar destructivamente, no se para qué. En este caso yo lo atribuía a mi enfermiza condición de actriz y a que me gustaba ponerme en situaciones extremas para ver como reaccionaba mi cuerpo. Y así lo hacía. Muchas veces terminaba llorando imaginando a mi novio tirándome la puerta en la cara o alucinando a mi madre llorando en mi entierro. Too much. Ya no me dedico a esta clase de pensamientos, pero se que no estoy sola ni lo he estado. Un día tomándome un vino con una de mis mejores amigas, me dijo que a veces ella alucinaba con su suicidio y su posterior entierro y yo hice "Cheers" y dije "Yes, me too and I love you!
En cuanto a esto, mi psicoanalista de esa época, respondió en pocas palabras que mi ego era desmedido y que lo único que deseaba era ser el centro de atención. Lo apoyo. Y yo que me creía super oscura... En fin.
Todo esto iba a cuento porque ayer "I realized" algo (esa palabra en inglés es tan exacta que no tiene traducción en castellano). Bueno, ayer "la vi". Clarita. Y me di cuenta de que todos esas imaginaciones destructivas que ya no practico, pero que bueno, a veces sí... Imprimían en mi organismo las mismas reacciones que se imprimirían si éstas fuesen reales. Es decir, yo pienso y mi cuerpo reacciona, siente, llora. Y digo, si mi cuerpo reacciona, siente y llora... ¿Cómo le digo ahora (a mi cuerpo) que lo que acaba de sentir, por lo que acaba de reaccionar y llorar, es "de mentirita nomás", "que estaba jugando con él", que no se perturbe ni enferme porque era "de jueguito nomás"....
Y me di cuenta de lo peligroso de este juego, de ponerse en tal o cual situación... Pero no a un personaje sino a uno mismo. Supongo que tiene que ver con la exploración de límites de cada uno, o sólo con querer ser el centro de atención, quien sabe.
Y ¡Oh! Qué increíble es la vida...Después de pensar en estas cosas y terminando el libro "Psicomagia" de Jodorowsky, descubro esto: "Para el inconciente, lo que se ha hecho en lo imaginario es como si se realizara realmente. En el sistema nervioso, cuando se imagina alguna cosa, se activan las mismas conexiones." Jodorowsky dix it, nuevamente.
Increíble.



