domingo, 26 de octubre de 2008

Nuevamente...



Mañana es Lunes. Un Lunes tranquilo después de tanta locura. Se vienen meses hermosos de fin de año. Hoy le dije a mi chico: "Ya quiero que sea navidad", y me sentí nuevamente una niña, como cuando desperté un 24 de Diciembre por un beso de mi madre y entre sueños le pregunté: "¿Hoy es navidad?", y loca de alegría me saqué las legañas y me miré al espejo feliz porque esa noche a las 12 recibiría mis regalos, reventaría cohetes y comería puré de papas... (en mi casa nunca se comió puré de manzana). Hoy, también entre sueños de Domingo a las 3 de la tarde mientras miraba una peli durmiendo un poco la fiesta del Sábado, sentí mi cuerpo relajado y feliz. Otra vez. Ya lo extrañaba. Ha sido un año maravilloso (hasta ahora), pero jodido. Mucho trabajo, confusión, fantasmas e insomnio. Pero ya. Hace dos semanas cerré casi todo y ahora sólo me queda por delante una hermosa temporada y algunas cosillas más que disfruto mucho. Es un buen panorama. Siento que recargo energías y disfruto nuevamente de un Domingo estúpido y sin presiones. Hace mucho que no podía hacerlo. Y vivo cada día pensando que ya es fin de año y que las cosas se aligeran a pesar de las noticias. A pesar del mundo.


He leído todos los comentarios. Hace tiempo que no entraba a mi propio blog. Desconecté. Es decir, me centré en otra persona. En Priscilla, un personaje hermoso. Una obra de teatro. Desvié mi mirada hacia otro ser. La entiendo ahora porque le presté atención, aunque muchas veces, para eso, uno tenga que dejar de prestar atención a su entorno. A veces soy un poco obsesiva con mi trabajo. Y es que me apasiona. Ahora la obra ya está montada y sigue sola su curso. Ahora simplemente voy por las noches al teatro, caliento, me tomo un café y mientras fumo un cigarro maquillo mis ojos de negro y me dibujo ojeras porque Priscilla lleva días sin dormir la pobre y mientras lo hago, agradezco a la vida el haber vuelto a recuperar mi sueño normal. Agradezco volver a estar en mí y poder dormir en mi habitación sin miedo. Todo se ordena y mi atención vuelve a redirigirse. Siento que tengo tiempo y pienso que la sensación de tiempo es algo muy personal.


Muchas gracias por los comentarios. Me han hecho muy feliz. Ahora me fumo un cigarro y me siento disuelta, tranquila, acompañada. Gracias.