domingo, 23 de diciembre de 2007

Chicle gastado


He estado mascando este chicle desde hace mucho tiempo. El chicle sabe a cansancio, a fruta pasada, a muela rota. Mis encías suben y mi mandíbula despierta cada día más adolorida. "No es justo", me digo, aunque se que todo es justo. "Porqué a mí?", me pregunto. "Porque no a tí", me respondo. Trato de pensar que todo esto decantará en una obra de arte. Yo. Una geisha. Una obra de arte viva. El habla, el gesto, el rostro...Expulsaré el chicle y quedará el cuadro. La estética viva de una guerrera convertida en princesa, cortesana, seguidora, amada. Mientras tanto, le quito el sabor al chicle. Trago saliva, trago fruta pasada, ingiero química. Tengo la química cerca, me gusta. Me gusta tenerla dentro y que mi cuerpo se mueva. Pronto, me digo, dejaré este chicle y aparecerá una sonrisa. Ya no más abrir la boca una y otra vez. El chicle es cada vez más duro y apesta. Me da vergüenza hablar por el olor de mis encías. Ya nadie se me acerca.

De pronto aparece el coche rojo. Yo vestida de blanco leyendo un libro de Hannah Arendt. El coche rojo y mi vestido blanco. El coche deportivo color rojo y el día de verano. Estoy sentada en el último rincón del mundo. Visto de blanco porque quiero meditar. Masco mi chicle con un poco de dolor y pienso que estoy en las últimas. El coche rojo sobrepara. Mi libro empieza a temblar. Sólo somos el coche rojo y yo en medio de una casa de campo de reyes europeos. En ese momento me pregunto por primera vez: "¿Qué hago aquí? ¿Dónde está todo el mundo?" No están mis amigas, las comunes, las que me acompañan a leer a Arendt, a Fromm, a Benjamin aunque no los entendamos. Los queremos porque queremos superarnos. Ellas también mascan chicle. Son grandes y me cuidan. Me ven llegar con mi librito y vestida de blanco. No soy jinetera. No soy como ellas. Yo no quiero quitarte el trabajo hermana. Masco el mismo chicle que tú, pero no trabajo. No tengo trabajo ni beneficio. Vengo aquí porque no tengo otra cosa que hacer. Nadie me solicita en este mundo. Mírame bien guapa. Tenemos la misma edad. Te quiero por ser mujer. Y de tanto verme vestida de blanco, me aceptaron.

Miro el carro y pienso en mi chicle corriente. Quiero cambiar de chicle. Quiero uno nuevo, que alardee. Veo el carro rojo y ya no me importan procesos. Pienso que necesito comer bien. Movilizarme. Me han salido unas piernas de corredora por patearme la ciudad a pie. No puedo comprar un abono de metro. Nadie me solicita en la ciudad. Aquí me siento bien. En la casa de campo de los reyes nadie es solicitado, nadie es atendido, nadie es juzgado. Paseo entre condones con mi libro de "Hannah querida ayúdame a superarme" y hasta me encontré un vestido sucio tirado en el pasto un día. De quién habrá sido. Hermana, adónde fuiste desnuda. Maldito cerdo el que te hizo correr. Maldito sea. Chicle de mierda que ya está más duro y terrible que mi maldito culo por caminar horas para llegar a la vuelta de la esquina. Carro rojo me mira, sobrepara y me lo pienso. Son unas gafas oscuras, un pelo teñido y una camisa blanca. Asquerosa. Eres un cerdo pero te miro mientras masco mi chicle. Estoy tomando una decisión. Tal vez me puedas llevar por la ciudad. Qué carajo. Tal vez... Me sonríes, te quitas las gafas. Eres más feo aun que antes. Carro rojo, masco chicle, sonrisa astuta, anillo de casado. No veo a mis hermanas. No están por aquí. Estoy sola con el automovil y el anillo. Sola. Hannah Arendt empieza a temblar. Estoy vestida de blanco, mi chicle está blanco. Sólo quería meditar, hacer yoga aunque no sepa hacerlo, respirar el aire que respiran los reyes, las reynas, las princesas como yo. Como ellas, como mis hermanas. Sólo quería patear un condón y que se me pasaran las horas antes de volver a casa y darme una ducha que me ahorrara media hora más del día. Carro rojo, tengo miedo. Mi mano tiembla, está muy cerca. Mi vestido blanco me da ternura, mi libro, mi chicle, me siento estúpida, niña, estoy en el país de los mounstruos, en el averno, estoy en Neverland y no me había dado cuenta. Estoy en ninguna parte y este era mi lugar favorito. Me doy cuenta de que llevo viniendo al infierno todos los días a meditar. Mi mano temblorosa se apoya en la banca de semen y decide pararse. Estoy caliente. Hace calor pero no es por eso que estoy caliente. Estoy asustada. Carro rojo sigue ahí y yo cierro mi libro y doy media vuelta. Dejo de mascar el chicle. Me doy asco. Le volteo la cara al anillo de casado. No me puedes dar nada que yo no me haya dado ya, me digo. Lo pienso un segundo más. Y si tal vez... No. Mis hermanas no me lo perdonarían. Hicimos un pacto. Luego no me dejarían volver al infierno. Y una nunca sabe cuando querrá volver. Escupo el chicle como un hombre violento, tratando de ser agresiva y me voy. Cruzo el puente hacia la civilización. Dejo atrás reyes y princesas. Por un segundo, me asustaron. Ya buscaré un chicle nuevo.

10 comentarios:

natalia dijo...

"Córtenme la lengua
Arránquenme el pelo
Amputen mis miembros
pero déjenme mi amor
hubiera preferido perder las piernas
extirparme los dientes
vaciarme los ojos
antes que perder mi amor"
.....Qué bueno que haya tirado el chicle, no le servía de nada y puede llegar más lejos que a una solitaria esquina...

Este post esta bien chévere Jime!!escribe más seguido pueeeeeeee!!!besotessssssssss
p.d:""= Psicosis

Unknown dijo...

Me encantan tus textos y este en especial... sé que no son textos sino algo más... mucho más... me encanta tu blog rojo... besos

MUA - Jime Lindi dijo...

Chich, me encanta el escrito.Es de Psicosis de Sarah Kane? Or juat. Especifica pueeeeee...

MUA - Jime Lindi dijo...

Gracias Alfonso. Gracias por la sensación de que este blog es algo más que textos reunidos. Un beso y felice navidad.

natalia dijo...

Jajaja, sorry!!Sí es Psicosis de Sarah Kane

Cristian M. Piazza dijo...

Y entre chicle y chicle tus reflexiones y la buena palabra. Hay que hacer aunque no se sepa cómo, luego se aprende y si no, qué se le va a hacer...

Te espero en mi blog:
http://cafeylecturas.blogspot.com

Abrazo

MUA - Jime Lindi dijo...

Entre chicle y chicle ando revisando tu blog que está muy bueno. Gracias por la invitación. Por ahí andaré. Un abrazo cosmopolita.

K. dijo...

Creo que este es tu post más bestia para mí. Felicidades. Un abrazo.

K. dijo...

GUAU

MUA - Jime Lindi dijo...

Te kiero linda mía
Tenemos q juntarnos pa contarte mi experiencia selvática.
IMPRESIONANTE
TE AMOOO!!!
MUA!